Desde junio de 2009, como consecuencia de una decisión de los coordinadores de la Comunidad Valenciana (de fecha 11 de noviembre de 2008 y que en su momento critiqué públicamente con el escrito que enlazo) el examen de latín de selectividad exhibe la siguiente cabecera:
Puede
utilizarse el diccionario, excepto aquél que contenga información
sobre derivados, gramática y/o literatura |
Al
mismo tiempo que se consiente esto, en ocasiones se escuchan quejas del
profesorado señalando un supuesto enemigo exterior que conspira para acabar con
el latín y el griego. Y, lejos de producirse una reacción colectiva, año tras
año, seguimos tolerando esta tremenda injusticia, escudándonos en esta cabecera
que nadie firma pero que muchos suscriben.
El
pasado miércoles 11 de junio cientos de alumnos acudieron con sus nervios, su
calor, su estrés y su diccionario al examen de latín de las PAU. Y, una vez
más, con el pretexto del susodicho encabezado a algunos les fue retirado
solamente el diccionario de SM. En su lugar recibieron un “listado de palabras”
sin ningún rigor lexicográfico, una herramienta impropia de la prueba de acceso
a la Universidad que estaban a punto de realizar. El resto de alumnos siguió
utilizando su diccionario VOX.
Es
una característica habitual en los diccionarios de lenguas de corpus que la
gramática venga explicada dentro de las entradas (véase en el Vox, entre otras,
la explicación de CUM, en página 119-120; y UT, en página 531). Pero, por no
alargarnos en exceso, a continuación veremos sólo algunos ejemplos de la
información de la que pudieron disfrutar quienes resolvieron la opción A con el
diccionario VOX y de la que fueron privados todos los demás. Respecto a los
derivados de la opción A, en el Vox se puede leer de CONFECIT :
El
enunciado ofrece, entre paréntesis y en primera posición antes de las
acepciones, el desglose del preverbio (CUM)
y la base léxica (FACIO) y
esta es una información relevante para contestar la pregunta B.3 sobre los
derivados. ¿Es lícito pensar que quienes usaron el diccionario Vox tenían
ventaja frente a los que se vieron privados del de SM y fueron obligados a
utilizar un escueto listado, en el que esta información no constaba y que se les proporcionó en el mismo momento del
examen? Y aun así, ¿puede alguien
defender que hay que retirar el diccionario Vox, a pocos minutos de jugarse la entrada en
la Universidad, después de haber trabajado con él durante todo el bachillerato?
Respecto a los derivados de PREMO, en el Vox se podían encontrar, diseminados entre las muchas acepciones de la entrada, hasta 6 derivados en español: OPRIMIR, COMPRIMIR, IMPRIMIR, PRENSAR, EXPRIMIR, DEPRIMIR. Además se ofrece la traducción de la misma forma verbal "premeretur", objeto de calificación en el examen en la misma construcción sintáctica de Cum histórico: “Cum exercitus premeretur (Como el ejército fuese duramente atacado)”.
Respecto a los derivados de PREMO, en el Vox se podían encontrar, diseminados entre las muchas acepciones de la entrada, hasta 6 derivados en español: OPRIMIR, COMPRIMIR, IMPRIMIR, PRENSAR, EXPRIMIR, DEPRIMIR. Además se ofrece la traducción de la misma forma verbal "premeretur", objeto de calificación en el examen en la misma construcción sintáctica de Cum histórico: “Cum exercitus premeretur (Como el ejército fuese duramente atacado)”.
¿Fue por ello retirado el
diccionario Vox del examen de latín de las PAU? No, en absoluto, pero los demás
alumnos no gozaron de esta información en sus escuetos listados, y esto es una
discriminación y una injusticia que, año tras año perjudica a un sector del
alumnado de latín.
¿Es esto igualdad de oportunidades?
¿Hay que seguir penalizando una herramienta frente a otra y, por ende, a sus
usuarios? ¿Qué cantidad de gramática y de derivados hay que considerar
suficiente para retirar un diccionario a las puertas de un examen de esas
características? ¿Hasta cuándo vamos a tolerar y consentir esta injusticia?
Mercedes García Ferrer, profesora de latín en el IES JB Porcar de Castellón
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